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Actualmente, los jóvenes se han convertido en líderes y defensores clave de la acción climática, impulsados por la urgencia de mitigar los efectos del cambio climático en su futuro.
Los jóvenes de este tiempo con sentido de pertenecia en la acción climática, y sobre todo con mayor conciencia y acceso a la información, participan en movimientos globales, organizan protestas, y promueven soluciones sostenibles en sus comunidades.
“La juventud es el latido de esperanza del planeta, que clama por un mañana más verde”.
Los jóvenes además, demandan políticas ambientales sólidas y empresas responsables, generando un impacto significativo en la opinión pública y en decisiones políticas. Los jóvenes son la generación que ve el cambio climático como un problema personal y colectivo, motivando a otros sectores a unirse y actuar frente a la crisis ambiental.
En la actualidad, hay 1.200 millones de jóvenes de 15 a 24 años, el 16% de la población mundial.
A medida que los jóvenes exigen más oportunidades y soluciones más justas, equitativas y progresivas en sus sociedades, se necesita abordar con urgencia los desafíos a los que este sector poblacional se enfrenta como lo es el acceso a la educación, la salud, el empleo y la igualdad de género.
Bruno Rodríguez, Fundador de Jóvenes por el Clima en Argentina, Bruno ha sido una voz importante en América Latina en temas de justicia climática. Su trabajo ha impulsado la creación de políticas ambientales en su país y el fortalecimiento del movimiento climático juvenil en la región.
En el ámbito de la acción climática, los jóvenes tienen un potencial transformador para impulsar el desarrollo sostenible cuando se les brindan las herramientas y el conocimiento necesarios. Al recibir una educación ambiental integral, acceso a tecnología verde y oportunidades de participación en decisiones políticas, los jóvenes pueden liderar proyectos innovadores que promuevan prácticas sostenibles, restauren ecosistemas y reduzcan emisiones.
Además, el apoyo institucional y la colaboración con organizaciones les permiten influir en políticas locales y globales, convirtiéndolos en agentes de cambio. Su energía y visión, junto con el respaldo de la comunidad, no solo fortalecen la respuesta ante la crisis climática, sino que también construyen sociedades más resilientes y comprometidas con el bienestar del planeta.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible están destinados a todas las naciones, todos los pueblos de todas las edades y todas las sociedades, por lo tanto los jóvenes están inmersos en cada uno de ellos.
Además, los jóvenes son reconocidos como agentes de cambio fundamentales, responsables de aprovechar su potencial para enfrentar los desafíos actuales y asegurar un mundo sostenible para las futuras generaciones. Con un sentido de urgencia y determinación, estos jóvenes líderes inspiran a sus comunidades a adoptar prácticas más responsables y a cuestionar los modelos de consumo y producción insostenibles.
Los jóvenes al participar en la innovación de soluciones climáticas, abogar por políticas verdes, y promover la educación ambiental, no solo construyen un presente más consciente, sino que también trazan un camino hacia un futuro donde el equilibrio con el planeta sea una prioridad global. Su capacidad de movilización y de influir en la cultura y políticas públicas los convierte en piezas clave en la transición hacia un mundo más justo y ecológicamente viable.