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La pobreza es una de las barreras más difíciles de superar, los niños de hogares más pobres tienen cinco veces más probabilidades de no asistir a la escuela. Entonces la educación es un derecho o un privilegio.
A menudo, asumimos erróneamente que, al igual que nuestros hijos, todos los niños del mundo tienen acceso a la educación. Sin embargo, esto no podría estar más lejos de la realidad. La falta de acceso a la educación sigue siendo un gran problema para millones de niños en todo el mundo.
La pobreza, la discapacidad, la pertenencia a minorías étnicas y la ubicación geográfica son solo algunas de las barreras que enfrentan los niños cuando se trata de recibir una educación de calidad, lo que se convierte en una contradicción, pues la educación es un derecho inherente en la vida de los seres humanos y no un privilegio para unos pocos.
Casi uno de cada cinco niños en edad escolar no asiste a la escuela, al igual que los adolescentes enfrentan muchas barreras para acceder a la educación. La pobreza es una de las barreras más difíciles de superar, los niños de hogares más pobres tienen cinco veces más probabilidades de no asistir a la escuela debido a diversas razones
Entre ellas la necesidad de contribuir a los ingresos del hogar. Esto puede llevarlos a trabajar desde muy temprana edad en las calles en lugar de asistir a la escuela, privándolos de una educación adecuada y de extender y explorar sus actitudes al relacionarse con más niños de la misma edad.
Lamentablemente, la pobreza sigue siendo una barrera significativa para la educación en muchas partes del mundo. Los niños que viven en condiciones de pobreza a menudo carecen de recursos básicos, como alimentos, agua potable y vivienda adecuada, lo que dificulta el acceso a la educación.
Es fundamental abordar estas desigualdades y proporcionar recursos y apoyo adecuados para que todos los niños tengan la oportunidad de recibir una educación de calidad. La educación es un derecho humano básico que debe estar al alcance de todos, independientemente de su origen socioeconómico. Otro grupo que se ve afectado en el acceso de la educación son los niños con discapacidades o de minorías étnicas que también tienen más probabilidades de ser excluidos.
Asimismo, muchas niñas en algunas partes del mundo tienen menos oportunidades de educación que los niños. Solo el 66% de los países del mundo han alcanzado la igualdad de género en la educación primaria y las normas de género perjudiciales también pueden tener efectos negativos en la educación de los niños.
La ubicación geográfica puede ser un obstáculo para el acceso a la educación, los niños en zonas rurales son dos veces más propensos a no asistir a la escuela que los niños de zonas urbanas. Si los niños no adquieren las habilidades necesarias para el aprendizaje permanente, pueden tener dificultades para maximizar su potencial y asegurar un empleo en el futuro, todos estos aspectos hacen referencia a la educación como un privilegio antes que un derecho.
Es importante destacar que muchos niños están siendo privados de la educación que merecen por derecho; es inevitable tomar medidas para garantizar que todos los niños tengan acceso a una educación de calidad, independientemente de su situación económica o geográfica.
Como comunidad global, tenemos la responsabilidad de garantizar que todos los niños del mundo tengan acceso a la educación y las oportunidades que les permitan desarrollarse y alcanzar su máximo potencial. Al hacerlo, podemos construir un futuro más brillante para todos los niños del mundo.
