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El mundo actualmente sigue enfrentando una etapa muy difícil debido a la pandemia generada por el virus del COVID-19, situación que nos ha afectado a todos y todas, al punto que en estos últimos dos años hablar de desarrollo se ha convertido en un lujo, incluso las potencias mundiales se han limitado en sus crecimientos, priorizando medidas de sobrevivencias de sus sociedades y sus economías, pero para las naciones menos favorecidas, los efectos son mucho más graves, puesto que el desarrollo representa en sí mismo una esperanza para sobrevivir.

Nuestro concepto de desarrollo se tiene que transformar

La pandemia ha transformado al mundo, principalmente ha mostrado que incluso los países que se posicionan como los más fuertes, también son vulnerables, además evidencia los graves efectos acumulados de los problemas históricos de la humanidad. Los cuales han sido incrementados por la actual emergencia sanitaria y que siguen sin ser resueltos.

Hoy en día cuando la agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible se encuentran en plena gestión para su consecución, las naciones deben estar más que obligadas a unirse para solucionar una situación que afecta a todos sin dejar de lado las responsabilidades de aquellas que aún no están resueltas, en este caso para muchos la pandemia está invisibilizando a las demás problemáticas globales que siguen creciendo y que impiden el desarrollo pleno que tanto anhelamos.

Sin embargo, desde mi punto de vista, creo que lo que nos está pasando es que estamos centrando nuestro enfoque en la situación de vida o muerte que por su cercanía he inmediatez impera sobre los demás problemas, pero para los que sufren con mayor fuerza los demás problemas del mundo, no se han olvidado de estos ni mucho menos lo dan por solucionado, al contrario, la situación de pandemia nos demuestra que nuestro modelo y concepto de desarrollo debe de transformarse, porque nuestras sociedades y poblaciones aún no reconocen el desarrollo como un bien común.

Situación que se ve peor en las personas menos favorecidas donde ni siquiera entienden el concepto de desarrollo, porque en ellos la prioridad es sobrevivir y satisfacer en la medida de lo posible sus necesidades básicas, por tanto, el concepto de desarrollo debe ser vida y que todos y todas lo identifiquemos de esta manera para poder hacer ese desarrollo parte de nuestra vida y bienestar.

El desarrollo reta a la humanidad

Como humanidad nos encontramos en una situación muy difícil la cual nos hemos venido creando desde ya hace mucho tiempo, incluso con todos nuestros avances científicos y tecnológicos no hemos podido atender ni solucionar las grandes problemáticas que nos afecta.

Al día de hoy nuestro concepto de desarrollo en la práctica es muy abstracto y lejano, cuando nuestra realidad demanda que este sea más humano, cercano y sobre todo vivo,  para que de esta forma deje de ser una simple palabra y se convierta en una herramienta de bienestar e incluso ir más allá y generar en cada persona la actitud de aportar al desarrollo humano sostenible, desde su individualidad hacia el colectivo.

Reconociendo que no son únicamente los sistemas los que generan las problemáticas del mundo sino las mismas personas pues son estas quienes crean, operan y deciden en estos sistemas, es así que el bienestar en el que tenemos que pensar tiene que estar armonizado con lo social, cultural, económico, político, ambiental y todos los elementos que integran el ecosistema global, con un enfoque humano de bienestar y transformador, porque irónicamente desarrollamos de manera más eficiente los problemas que las soluciones.

Es Importante Interiorizar en cada Individuo el Concepto de Desarrollo

La psicología para el desarrollo es un elemento clave para que podamos generar la conectividad de pensamientos y emociones que se transformen en acciones para el bienestar de todos y todas aprovechando de buena manera las herramientas existentes para la comunicación y la tecnología y transmitir toda esta información de manera amigable y efectiva.

Este aspecto también demanda mucho cuidado puesto que todos nuestros adelantos tecnológicos en comunicación e información no solo trasmiten información para el bien sino también para el mal, pero incluso los mensajes creados con las mejores intenciones también pueden generar un efecto negativo al distorsionar la realidad de las cosas, y la percepción de la gente en diferentes conceptos, un ejemplo claro de esto es la enorme confusión que tenemos sobre el bienestar humano producto de la enorme carga de mensajes condicionantes que nos hacen pensar cosas que no son.

Como el caso del el éxito y el dinero, donde la comunicación en redes sociales y diferentes plataformas hace que confundamos el éxito con la tenencia y acumulación de riqueza, condicionando que para tener éxito en la vida hay que contar con grandes cantidades de dinero, o también el caso del bienestar con la estética física.

El cual condiciona que para estar bien y saludables tenemos que tener un cuerpo que encaje en el estereotipo actual, este tipo de mensaje hace que la mente de las personas asocien conceptos que se vuelven inalcanzable o cuyo objetivo representan estrategias de mercado para vender productos o desinformación que genera conductas contraproducentes en las personas.

El concepto de desarrollo que debemos transmitir debe construirse desde la convivencia misma de los individuos en la sociedad, entendiendo que el bienestar de todos y todas también nos incluye y nos identifica, sintiendo que las palabras desarrollo humano sostenible son realmente parte de nuestro propósito en la vida y que, por tanto, tenemos que aportar y contribuir a este.

Como Podemos Contribuir al Desarrollo Humano Sostenible en este 2022

Como mencionaba anteriormente este es un reto de todos y todas no solamente de un año, sin embargo, el contexto actual nos demanda ser más contundentes y decisivos, hay muchas cosas que tenemos que cambiar de manera intencionada para el bienestar de todos algunos puntos que podría mencionar son los siguientes:

  1. Nuestro modelo de cooperación para el desarrollo debe cambiar: de manera global, la humanidad demanda humanidad en la cooperación, esta debe evolucionar para tener vida y conexión de persona a persona, la solidaridad y la generosidad deben volverse estándares para atender necesidades que casi todas las veces no esperan de los tiempos burocráticos de los procesos en los que la cooperación tradicional se enfrasca, por eso estos tienen que ser más eficientes, pertinentes y oportunos, porque todos podemos cooperar con todos.
  2.  Humanicemos los conceptos relacionados con el Desarrollo: si todos entendemos de que hablamos vamos a entender que hacer; el desarrollo humano sostenible no debe ser discusión de grandes expertos que por lo general son los que inventan los términos y se vuelven a su vez casi indescifrables. Para que se pueda volver práctico el bien común tenemos que ver una forma amigable de traducir que quieren decir estos términos para hacerlos realidad con todas y todos, aprovechando la tecnología y la comunicación.
  3.  Hay que hacer desarrollo humano sostenible: La forma más fácil es pensar en aquello que nos hace bien sin que afecte negativamente a nadie ni a nada en nuestro entorno, si logramos sumar a alguien más y este a alguien más, estaremos comenzando a aplicar un modelo de bienestar compartido desde la convivencia que se trasmita a los demás, una acción consiente como el de participar en reforestación, en gestión de la salud, en el ahorro del agua o energía e ir escalando a mayores niveles de poco en poco hace la diferencia y eso no es difícil para nadie.