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A nivel mundial, el crecimiento se está dando de una manera exponencial gracias a la intervención de múltiples sectores productivos, donde el turismo participa como un actor esencial para la economía mundial, utilizando recursos físicos y naturales de las regiones para generar empleo y desarrollo humano. Pero al igual que otros sectores que generan progreso, también pueden ocasionar consecuencias negativas para los entornos o los espacios en los que se desarrollan.
La importancia de crear y defender normas para un turismo sostenible se hace cada día más necesario, por lo que es vital hacer Zoom en los principios de sostenibilidad, como lo son: medioambiental, económico y sociocultural y establecer un equilibrio adecuado entre estas tres dimensiones para garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
Como consumidores de estos espacios estamos en la primera línea y debemos dar uso óptimo a los recursos medioambientales que visitamos, pues son éstos un elemento fundamental en el desarrollo turístico, donde debemos procurar que nuestra visita no interfiera en los procesos ecológicos esenciales.
Conservando así los recursos naturales y la diversidad biológica, recordemos que nosotros los humanos somos los visitantes, por ello debemos respetar la flora, la fauna, y todo tipo de hábitat que nos encontremos velando que nuestras actividades no deterioren estos recursos.
El turismo es una de las actividades que mueve enérgicamente la economía, por ejemplo; el sector hotelero es uno de los principales generadores de empleo e ingresos económicos, pero, al mismo tiempo, es también uno de los que utiliza más energía y genera deterioro al medioambiente. UNWTO expone que los hoteles y otros tipos de alojamiento representan entre el 2% y el 5% del total del CO2 emitido por el sector turístico.
En lo sociocultural, es imprescindible respetar la autenticidad de las comunidades anfitrionas, porque de otra manera, cuál sería lo divertido de visitar varios lugares si son iguales. El conservar sus activos culturales, arquitectónicos y sus valores tradicionales, es lo que contribuye al entendimiento y la tolerancia intercultural.
Ahora más que antes hay que asegurar las actividades económicas para que sean viables a largo plazo, irónicamente en muchos lugares turísticos sus moradores no son beneficiados económicamente de las riquezas turísticas que poseen, pues los beneficios socioeconómicos no son bien distribuidos, y no se cuenta con oportunidades de empleos estables y de obtención de ingresos y servicios sociales para las comunidades anfitrionas, que contribuyan a la reducción de la pobreza.
Conociendo los principales factores para un turismo sostenible, podemos evidenciar que hay muchos vacíos en los que trabajar, por ejemplo; en el medioambiental empoderar más a los habitantes de estos lugares para que sean parte activa del cuidado y conservación de estos espacios, que no sean sólo vistos como un lugar que genera dinero, sino parte importante de la subsistencia del planeta.
Con respecto a lo sociocultural, que se forje un turismo respetuoso y no invasivo con las diferentes comunidades, culturas y en relación a lo económico que tanto grandes y pequeños negocios sean directamente beneficiados con las actividades turísticas, es por ello que nosotros estamos invitados a ser parte de la contribución a un turismo sustentable.
